martes, 12 de diciembre de 2017

Los sombreros en la antigua Roma

Por último, los sombreros. Los hombres iban con la cabeza descubierta normalmente. Sólo llevaban sombrero los extranjeros. Pero había algunos sombreros, como el pilos, de copa alta, el pilidion, que era una gorra de fieltro, el cuné (gorra de piel) y el petassos, un sombrero de alas anchas para ir de viaje
Las mujeres se cubrían la cabeza con un pliegue de su túnica. El cecrífalo es un pañuelo anudado a la cabeza, no un sombrero. La tolia es un tocado redondo de alas anchas.
                                              

                                                     
                                                         (Foto sacada de Pixabay)

                                              

Higiene y cuidado corporal en la antigua Roma

Los gimnasios tenían sus fuentes particulares para ducharse. También había en estos lugares estufas para la calefacción.
En Atenas los baños públicos existían desde el siglo V a. de C. Los clientes utilizaban unas bañeras planas con un asiento bajo en la parte de atrás, y también piscinas. En muchos de estos establecimientos parece que había salas reservadas para las mujeres, pero seguramente las frecuentarían sólo las atenienses de condición modesta, las cortesanas y las esclavas; las atenienses de la burguesía se bañaban en su casa. Los griegos conocían también la bañera, que solía ser de barro cocido y moldeado, o se podía tallar en piedra. Las tinas y jofainas eran de barro cocido y servían para bañar a los niños pequeños. Se tenían que llenar a mano todas. Los griegos no conocían el jabón. En el gimnasio se frotaban con aceite y arena, y en el baño utilizaban carbonato de sosa impuro.

En ocasiones se iba al barbero. Los griegos no empezaron a afeitarse el bigote y la barba hasta después de Alejandro. Los niños se dejaban crecer sus cabellos y en la adolescencia se lo cortaban y ofrecían a los dioses. Las mujeres en las épocas de duelo se lo recortaban.         
Las mujeres se teñían el pelo para parecer rubias, porque éste era el color más apreciado. También se utilizaban postizos y pelucas. Las cortesanas utilizaban unos maquillajes más llamativos. Las mujeres utilizan las navajas para el vello, y se depilaban con el candil o por medio de pastas especiales.                  
                                  
                                           
                                        
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                          (Foto sacada de Pixabay)

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Vestidos en la antigua Roma

                                                         


La moda, nacida de la necesidad elemental de protegerse del frió o el polvo.
En Roma, hombres y mujeres llevaban vestidos sencillos hechos con telas de lana o lino, ya que el algodón y la seda eran muy caros, porque se importaban de Oriente. Los paños no eran muy anchos , porque las telas se tejían en casa en telares verticales que limitaban su anchura. Solo en tiempos posteriores, gracias a las mejoras técnicas de los telares, se fabricaron telas mas anchas, que permitían un mayor juego de pliegues.
El vestido mas antiguo era un sucinto manto, la"trabeae", que se obtenía apoyando en los dos hombros o en uno solo una tela plegada en dos. El pueblo vestía sencilla túnica similar al quitón griego. Las mujeres llevaban una túnica sin mangas, casi una camiseta, sobre la cual las matronas llevaban otra túnica, mas amplia y fina, llamada"estola"



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(Foto sacada de Pixabay)
                              

martes, 14 de noviembre de 2017

Joyería en la antigua Roma




La joyería tiene una gran importancia en el mundo romano, en todas sus épocas, los llamados ornamenta o productos de embellecimiento personal, peines, agujas de pelo, pendientes, anillos, collares, recipientes para el perfume, en hueso, marfil, bronce, cerámica etc.. se usan por todas las clases sociales romanas.

El peinado, y las joyas para el pelo, eran un exponente de la posición social, cuanto más complicado o llamativo, indicaba un mayor nivel social.

                            
                                     
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                                                   ( Foto sacada de Pixabay)

martes, 7 de noviembre de 2017

Zapaterías en la antigua Roma



Los romanos emplearon una gran variedad de tipos de calzado, desde botas y zapatos, hasta sandalias, según fuera su clase social. Las sandalias eran, sin lugar a dudas, un calzado cómodo, ideal para estar en casa.Pero estaba mal visto llevarlas en público. Los romanos celosos de las tradiciones nacionales consideraban que era un ejemplo de la corruptora influencia griega, un signo de informalidad (como hoy lo sería salir a la calle con pantuflas) o de pérdida de estatus, pues llevar descubierto el empeine se parecía mucho a ir descalzo, algo que era propio de los esclavos.

Un zapato elegante

El calzado por excelencia de los ciudadanos romanos fue el calceus (en plural, calcei). Parecido a un mocasín, estaba hecho de cuero, cubría todo el pie y la planta y se ataba con tiras de cuero en el tobillo o la pierna. Hay que tener en cuenta que los romanos no usaban calcetines ni medias, aunque las gentes humildes seguramente se resguardaban del frío con prendas de lino y de lana. Los calcei eran un calzado pesado y no demasiado cómodo, pero su uso era obligatorio, como el de la toga, para todo ciudadano que salía al exterior. En cambio, estaba totalmente prohibido llevar calcei a los esclavos.





                               (Foto sacada de Pixabay)

Peluquería en la antigua Roma


El cabello era corto para los hombres y solía sujetarse con una cinta. Las mujeres podían dejar caer su cabello rizado, en forma de tirabuzón o ligeramente ondulado, o bien recogerlo en moños sobre la nuca, que envolvían con redecillas y cintas del mismo modo que anteriormente hicieron las griegas. 


Pero el Imperio Romano no sólo tomó ejemplo de la cultura griega, sino que también se fijó en los hermosos cabellos rubios de los pueblos del norte a los que Julio César hizo cautivos. Los salones de peluquería eran ya un negocio, aunque en aquel entonces no existían de modo global como en la actualidad sino que se organizaban por especialidades. En unos se realizaban peinados, en otros se daba color, en otros se hacían pelucas o postizos... no fue hasta cientos de años más tarde en que se consideró el hecho de que, al tratar todos con una misma materia prima, el cabello, lo mejor era unirse para dar un servicio completo. Las barberías, existentes también en época helenística, se convirtieron en centros de encuentro y charla mientras auténticos profesionales se encargaban arreglar cabellos y barba.


(Foto sacada de Pixabay)

martes, 24 de octubre de 2017

Panaderías en la Antigua Roma



Las primeras panaderías tardan en surgir, porque la gente fabricaba en casa su propio pan, tarea que quedaba a cargo de los esclavos. En el siglo II a. C. comenzó a haber algunos panaderos de origen griego llamados pistores. En el 168 a. C. se fundó el gremio, y durante el reinado de Augusto ya se podían contar en Roma más de 300 panaderías. La profesión pasó a estar tan bien considerada durante el Imperio que a algunos panaderos incluso se les erigieron monumentos. 

En Roma no hubo panaderos hasta pasados 580 años de su fundación, en el siglo ll a.C., cada familia hacia su propio pan. Hasta el siglo ll a.C. no existió la profesión de panadero en Roma, esta profesión la ejercieron los griegos que establecieron sus molinos y sus panaderías anexas, creando una floreciente industria.
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(Foto sacada de Pixabay)

martes, 17 de octubre de 2017

Mercados en la Antigua Roma

Las tiendas fueron una característica de las calles romanas, ocupando la parte frontal de las casas. 

Aunque en general las tiendas de las ciudades romanas eran pequeñas y estaban situadas en calles ruidosas también existían calles especializadas en unos determinados productos y otras donde encontrar artículos de lujo.

La mayoría eran "tabernae"espacios de una única estancia y con una gran puerta a la calle, aunque también había otras que contaban con más habitaciones que eran utilizadas para producir o almacenar la mercancía o como residencia.

En los mercados romanos se podían encontrar desde panaderías que preparaban sus propios panes hasta carnicerías y tiendas de telas, vinos y tabernas.

Los días de mercado los vendedores se instalaban en las plazas en puestos con toldos que les permitían proteger del sol y la lluvia los productos que vendían como la fruta y la carne y el pescado.

Durante la noche se trasportaba la mercancía para que estuviera lista para el día siguiente.



(Foto sacada de Pixabay)

Agricultores en la antigua Roma

El sector agrario era el más importante en la economía romana. Aunque no se realizó ningún avance técnico de consideración con respecto a...